Por
Carlos M. Rodríguez C.
Hay hombres que mueren sin
haber nacido, los hay quienes mueren sin haber vivido, otros viven sin haber
nacido…Hay hombres que nunca morirán.
Son aquellos cuyos ideas y
actos trascienden la realidad material,
lo cotidiano, la historia minúscula, aquella que se queda en lo trivial, en lo
banal. Los que se inmolan por construir un mundo mejor, una historia humana,
una historia con mayúscula.
Curtido por tierra barinesa,
bañado por ríos llaneros, amamantado con las ideas de Bolívar, Simón Rodríguez,
Miranda, alimentado con los ideales de Zamora, Maisanta, nutrido con el
pensamiento del Ché, Fidel, Pancho Villa, Zapata, Allende, educado bajo el
carácter sencillo pero rígido de sus familia y del componente militar
venezolano, se forma Hugo R. Chávez F. “El Comandante Eterno”.
Irrumpe contra el orden
capitalista que rige la sociedad venezolana y trasciende su protesta por todo
el continente americano, recorriendo Centro y Sur América, El Caribe, Africa,
Europa, Asia, Oceanía…
En su epopeya va sembrando
la rebeldía en los pueblos oprimidos para invitarlos a la lucha por la justicia
social, la igualdad, la plena felicidad social…el ideario bolivariano, el
pensamiento socialista.
Indómito se rebela contra el
imperio norteamericano y europeo, la erosión mercantilista, el esclavismo
consumista.
Siembra de felicidad al
pueblo venezolano con su accionar a favor de la salud, educación, vivienda,
empleo, inclusión…de esperanza
En su erupción feraz inunda
las sabanas, los mares, las montañas, los valles de justicia y allendé de
nuestras fronteras riega con gotas de
felicidad los pueblos suramericanos y del Caribe, Africa,..
Un 5 de marzo del año 2013
nos priva de su compañía física, pero su presencia espiritual nos acompaña en
cada acto de nuestra vida, nuestros actos humanos, nuestra patria.
En cada CDI, en cada
consultorio de Barrio Adentro, en cada venezolano que aprendió a leer y
escribir, que se graduó de bachiller o recibió un título universitario, en cada
vivienda construida para los desposeídos, en cada anciano incluido en el
sistema de pensiones, en cada venezolano atendido en los centros de salud a
través de las misiones, en cada acción de la revolución está presente, vivo,
acompañándonos, indicándonos el camino, enseñándonos a ser revolucionarios.
A dos años de su siembra, su
existencia perdura y perdurará eternamente en los corazones venezolanos,
invitándonos a seguir construyendo la Patria Socialista, la Patria Grande.
Por eso hoy más que nunca
debemos seguir su ejemplo y gritar con entusiasmo y alegría: CHÁVEZ VIVE, LA
LUCHA SIGUE”.