viernes, 30 de enero de 2015

EUCLIDES: HASTA SIEMPRE CAMARADA AMIGO



En la historia de la vida de cada uno se ocurren episodios que trascienden lo cotidiano. Entre estos episodios está el encuentro con personas  fuera de lo común, personas que marcan huella en nuestro corazón, nuestra conciencia.  Unas para bien, otras para mal.
En el año 1975 llega (para quedarse en tierras monaguenses) un  cabimero de pura cepa, proveniente del IUPEBarquisimeto, en la oleada de profesores que provenían de Barquisimeto a impartir clases en el de IUPEMaturín, de nombre Euclides Villegas.
Vivarachero, simpático, espontáneo, enamoradizo, bailador, gaitero, de piel, cabello y barba color rojo, fue bautizado con el nombre de “El Rojo” siendo apreciado prontamente por todo el colectivo monaguense. De espíritu deportivo, El Rojo, dotado de una inteligencia profunda y unas ansias de cultivarse en el área de la ciencia, la política, la sociología, se incorpora a los círculos de estudio y sesiones de discusión en donde absorbe conocimientos y aporta contribuciones al pensamiento crítico.
La agudeza de su talento lo lleva a asumir posiciones cada vez más radicales dentro  del ámbito académico del conglomerado ipemista y de las sociedades conservacionistas y ecológicas. Comienza a evolucionar hacia la práctica militante del ambientalismo y eso lo lleva hacia la radicalización de la teoría-praxis social asumiendo una participación activa y protagónica en las luchas sociales y académicas dentro y fuera de la universidad.
Prontamente Euclides se convierte en figura de referencia en el quehacer académico, social y político monaguense dentro del quehacer ambientalista, y fuera de él, destacando su participación en todo el territorio nacional y hasta internacional.
Amigo verdadero, sencillo, humilde en el trato, compartimos una profunda amistad basada en el respeto a las ideas, integración familiar y comunicación horizontal. Euclides fue un verdadero amigo. Un hombre íntegro, sin prejuicios, ni dobleces. Un autentico revolucionario en ideas, conducta, compromiso, actitud.
Después de una larga prueba de salud para  TOMAR EL  CIELO POR ASALTO Euclides ya debe estar en esas sesiones celestiales discutiendo como cambiar las relaciones de producción del cielo, de nueva organización de la corte celestial, en compañía de Rafael Nuñez E., Pineda, Espejo, Bruzual,  u organizando una caimanera de softball con el comandante eterno.
Euclides, te debo el libro que te prometí, pero seguro que lo tendrás en tus manos.
Camarada, tu imagen será el sur para las nuevas generaciones de venezolanos que construirán una patria socialista, equilibrada, ecológicamente concebida, tal como son tus ideales.
Hasta la victoria siempre.

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